Seguramente habrás escuchado que el Yoga significa «unión» pero hoy quiero hablarte desde una perspectiva más profunda.

El Yoga es, en esencia, la búsqueda de uno mismo. A través de la práctica, vamos comprendiendo que somos la consciencia que observa: la que es testigo del cuerpo, de la respiración y de la mente

Yoga es saber escuchar al cuerpo, sentir sus necesidades, respetar sus límites y agradecerle por sostenernos cada día. Es el vehículo de esta vida. Yoga es la búsqueda del equilibrio, del bienestar, de la armonía. Es aprender a respetarse a una misma, a tratarse con amor y cariño; es respirar de forma amable hacia el cuerpo, sin tener prisa por la siguiente inhalación.

Yoga es sostener las emociones y los sentimientos que no nos gustan, aquellos que a veces nos hunden… Nos sumergen en las profundidades del Ser, donde, con la ayuda del yoga, aprendemos a rendirnos sin luchar: aceptación.

Yoga es contemplar la mente, observar los pensamientos, cuidar el diálogo interno, cuidar las palabras que habitan en nuestra mente y también las que salen de nuestra boca.

Yoga es, como dije antes, la búsqueda de uno mismo.
Y es también la paradoja espiritual de buscar al propio buscador… que somos nosotros mismos.